El almacenamiento de agua es una necesidad básica en muchos hogares, empresas y zonas rurales donde el suministro no es constante. Para ello, se utilizan cisternas de diferentes materiales, siendo las más comunes las de concreto (tradicionales o prefabricadas) y las de plástico (PVC o polietileno). Cada una de estas opciones tiene características particulares que influyen en su durabilidad, costo, mantenimiento y funcionalidad. A continuación, analizaremos las ventajas y desventajas de las cisternas de concreto o prefabricadas frente a las de plástico, para ayudarte a tomar la mejor decisión según tus necesidades.
¿Qué es una cisterna de concreto?
Las cisternas de concreto son estructuras construidas con cemento, varilla y arena. Pueden ser hechas directamente en el sitio (cisternas tradicionales) o compradas como módulos ya elaborados (prefabricadas). Ambas cumplen con la función de almacenar agua de forma subterránea o semienterrada, siendo ideales para grandes volúmenes.
Ventajas de las cisternas de concreto
- Alta durabilidad
El concreto es un material muy resistente, con una vida útil que puede superar los 30 años si se mantiene correctamente. - Gran capacidad de almacenamiento
Son ideales para proyectos que requieren almacenar grandes volúmenes de agua, como edificios, industrias o instalaciones agrícolas. - Resistencia a impactos y temperaturas
A diferencia del plástico, el concreto no se deforma por calor extremo ni sufre daños fácilmente por golpes o presión externa. - Menor exposición al sol
Al estar generalmente enterradas, se reduce el riesgo de proliferación de algas o evaporación del agua.
Desventajas de las cisternas de concreto
- Alto costo inicial
Su construcción o compra e instalación implica una inversión mayor que una cisterna de plástico. - Proceso de instalación complejo
Requiere mano de obra especializada, maquinaria y más tiempo de construcción o adecuación del terreno. - Posibles filtraciones con el tiempo
Si no se realiza un buen sellado, el concreto puede presentar grietas y permitir fugas de agua o ingreso de contaminantes. - Difícil mantenimiento
La limpieza puede ser más compleja debido a su tamaño y diseño, y el acceso al interior suele ser limitado.

¿Qué es una cisterna de plástico?
Las cisternas de plástico están hechas comúnmente de polietileno o PVC. Se comercializan en formatos prefabricados, listos para instalar, con capacidades que van desde 250 hasta más de 10,000 litros.
Ventajas de las cisternas de plástico
- Fácil instalación
Son livianas y se pueden instalar rápidamente sin necesidad de maquinaria pesada ni construcción compleja. - Costo accesible
Su precio es considerablemente menor que el de una cisterna de concreto, ideal para presupuestos limitados. - Libre de corrosión
El plástico no se oxida ni se deteriora con facilidad al estar en contacto con el agua. - Variedad de tamaños y modelos
Existen opciones verticales, horizontales, para uso aéreo o subterráneo, adaptables a diferentes espacios. - Mantenimiento sencillo
Gracias a su interior liso, es más fácil de limpiar y no acumula sedimentos como otras superficies.
Desventajas de las cisternas de plástico
- Menor resistencia a impactos y presión externa
Pueden agrietarse o romperse si reciben golpes fuertes o si el terreno donde se colocan no está bien preparado. - Vida útil limitada
Aunque pueden durar más de 10 años, con el tiempo el plástico se puede debilitar, especialmente si está expuesto al sol y a cambios de temperatura. - Capacidades limitadas
Aunque hay modelos grandes, para volúmenes superiores a 10,000 litros puede no ser la opción más práctica. - Mayor exposición al sol (en instalaciones aéreas)
Si no están protegidas, pueden desarrollar algas o afectar la calidad del agua por la exposición constante a rayos UV.