¿Sientes que cae poca agua en tu casa? ¿Al bañarte, tu regadera solo gotea agua fría? No te preocupes, en este artículo te compartiremos 6 tips para aumentar la presión del agua en casa y mantener el suministro de agua en óptimas condiciones.
¿Por qué tienes una baja presión de agua?
Sabemos que este problema puede ser algo molesto a la hora de hacer tus actividades diarias como llenar la lavadora o bañarse, por lo cual primero es necesario conocer la causa de la baja presión en tu hogar.
Identificar estas posibles causas es fundamental para llevar a cabo la mejor solución y aumentar la presión del agua en casa:
Principales causas de la baja presión del agua en casa
- Instalaciones viejas. Tuberías antiguas de hierro galvanizado pueden estar obstruidas por sarro, o presentar corrosión interna, lo que dificulta el paso del agua.
- Fugas en la red. Revisa tus instalaciones, desde las tuberías hasta el tinaco y la cisterna. Una pequeña fuga puede reducir considerablemente la presión.
- Problemas en la red pública. En ocasiones, el problema proviene del suministro de agua público, al estar obstruido. Pregunta con tus vecinos si alguno tiene un problema similar.
- Altura de la vivienda. Los departamentos de varios pisos pueden tener una presión disminuida si no se cuenta con una bomba o un tinaco elevado.
- Válvulas parcialmente cerradas. Las llaves de paso o registros que no estén completamente abiertos pueden afectar el flujo del agua.
Si encuentras alguna de estás afectaciones en tu suministro de agua, lo mejor es actuar de inmediato con alguno de nuestros consejos.
Consejos para aumentar la presión del agua en casa
Te compartimos estos 6 tips para solucionar el problema de la baja presión del agua en tu hogar. Recuerda que, de ser necesario, puede solicitar la ayuda de un profesional para asegurar que la solución sea eficaz.
Tips para aumentar la presión del agua en tu hogar
1. Limpia la regadera y los aireadores. Con el tiempo, estos pueden acumular sarro y sedimentos, lo que reduce en gran medida el flujo del agua. Para limpiarlos:
- Desenrosca la pieza
- Remójala en vinagre blanco durante una hora
- Cepilla suavemente los orificios
- Enjuaga y vuelve a instalar
2. Repara las fugas. Revisa su hay humedad, manchas o charcos cerca de las tuberías, el inodoro, tinaco o cisterna. Si detectas una fuga, repara o cambia el tramo afectado. Un servicio profesional de lavado de cisternas puede encontrar y reparar fisuras en su interior de manera segura para tu suministro de agua.
3. Instala una bomba de presión. La instalación de una bomba presurizadora puede ser la solución más sencilla para tu problema de presión. Escoge entre bombas automáticas o manuales dependiendo de tu situación, y si es necesario, solicita a un profesional su instalación. Este es el método más sencillo si se busca aumentar la presión del agua en casa.

4. Eleva el tinaco. Si tu tinaco está colocado a poca altura, considera elevarlo mínimo 1.5 metros por encima del punto más alto de uso. La gravedad ayudará a aumentar la presión del agua en casa.
5. Sustituye las tuberías viejas. En el caso de que tu sistema de agua tenga tuberías que se vean desgastadas, principalmente de hierro, es recomendable cambiarlas por una instalación con nuevos materiales como PVC o PEX, que ofrecen una mayor resistencia. Te recomendamos contratar a un profesional para el cambio de la tubería.
6. Ajusta las válvulas y registros. Asegúrate de que todas las llaves de paso estén completamente abiertas, especialmente la que llega a tu cisterna y la que conecta el tinaco con toda la red de tuberías. También revisa que los medidores de presión o filtros tengan restricciones.
Si estas soluciones no arreglan el problema, lo mejor es consultar con un plomero profesional, para una revisión completa de tu instalación y encontrar la mejor solución para tu caso específico de manera rápida.
Recuerda que lo más importante es primero identificar el posible origen del problema, y actuar de acuerdo a la situación para aumentar la presión del agua en casa. Con un mantenimiento preventivo adecuado, evitarás que una situación así se repita.
Recuerda realizar una limpieza de tus tinacos y cisterna mínimo cada seis meses, para evitar que el sarro y los sedimentos se impregnen en estos depósitos y lleguen a obstruir las tuberías de tu instalación, así como la propagación de virus y bacterias en el agua de tu hogar.