¿Alguna vez te has enfermado y no conoces la razón? ¿Sabías que hay una gran cantidad de enfermedades transmitidas por el agua sucia que se puede acumular en tus depósitos de agua potable como cisternas y tinacos?
Contar con una cisterna o tinaco es una solución práctica para asegurar el suministro de agua en casa, sobre todo en lugares donde hay cortes frecuentes. Sin embargo, si estos depósitos no se limpian ni desinfectan con regularidad, el agua almacenada puede convertirse en un riesgo para la salud. En este artículo conocerás las principales enfermedades que puedes contraer por consumir agua sucia o estancada y, lo más importante, cómo prevenirlas desde el hogar.
¿Por qué el agua almacenada puede contaminarse?
Aunque se trate de agua potable al momento de ingresar al tinaco o cisterna, con el tiempo puede contaminarse por diversos factores:
- Ingreso de polvo, insectos o animales pequeños.
- Formación de sarro, sedimentos y lodo en el fondo.
- Tuberías rotas o con fugas que permiten el ingreso de bacterias.
- Tiempos prolongados sin limpieza del depósito.
- Mal sellado de la tapa del tinaco o cisterna.
Esta combinación crea un ambiente perfecto para la proliferación de bacterias, virus y parásitos que pueden poner en riesgo la salud de toda la familia.

11 Enfermedades transmitidas por el agua sucia
A continuación, te mostramos las enfermedades más comunes que pueden desarrollarse al consumir o utilizar agua contaminada almacenada en tinacos o cisternas sucias:
Enfermedades bacterianas
De todas las enfermedades transmitidas por el agua sucia, las causadas por bacterias son las más comunes, y también de las más peligrosas. A continuación te compartimos sus síntomas principales y características, pero recomendamos siempre recibir un diagnóstico médico profesional para atender cualquier enfermedad que presentes.
1. Fiebre tifoidea
Causada por: Salmonella typhi
Síntomas: Fiebre alta, dolor abdominal, debilidad, diarrea o estreñimiento.
Transmisión: Por agua contaminada con materia fecal.
La fiebre tifoidea es una infección sistémica que puede llegar a ser grave si no se trata a tiempo. El bacterium Salmonella typhi invade el intestino y la sangre, causando síntomas prolongados que pueden durar semanas. El tratamiento incluye antibióticos específicos, y la prevención se basa en consumir agua potable y alimentos higiénicos. La limpieza frecuente de cisternas es fundamental para evitar esta enfermedad, especialmente en áreas con sistemas sanitarios deficientes.
2. Shigelosis
Causada por: Shigella spp.
Síntomas: Diarrea con sangre, fiebre, cólicos abdominales intensos.
Transmisión: Por contacto con agua sucia o alimentos lavados con ella.
La shigelosis afecta principalmente el intestino grueso y puede provocar deshidratación severa, especialmente en niños y ancianos. Su capacidad de contagio es alta, ya que se transmite fácilmente a través de aguas contaminadas o la falta de higiene al manipular alimentos. La adecuada limpieza de depósitos de agua y la correcta desinfección de utensilios en el hogar son medidas clave para prevenir brotes.
3. Infección por Escherichia coli
Causada por: Cepas patógenas de Escherichia coli
Síntomas: Diarrea (a veces con sangre), cólicos, vómito.
Transmisión: Por agua contaminada por heces humanas o animales.
No todas las cepas de E. coli son dañinas, pero algunas, como la O157:H7, producen toxinas que dañan el intestino y pueden causar complicaciones graves, incluyendo síndrome hemolítico urémico, que afecta riñones y sistema nervioso. La prevención incluye asegurar que el agua almacenada esté limpia y usar métodos de potabilización adecuados para evitar la infección.
4. Cólera
Causada por: Vibrio cholerae
Síntomas: Diarrea acuosa severa, deshidratación rápida.
Transmisión: Por consumir agua o alimentos contaminados.
El cólera es una enfermedad aguda que puede causar la muerte si no se trata rápidamente debido a la pérdida masiva de líquidos y electrolitos. Es común en zonas con saneamiento deficiente. La correcta limpieza y desinfección de cisternas y tinacos, junto con el acceso a agua potable segura, son medidas fundamentales para evitar su propagación.

Enfermedades virales
5. Hepatitis A
Causada por: Virus de la hepatitis A
Síntomas: Fiebre, fatiga, náuseas, dolor en el hígado, piel y ojos amarillos.
Transmisión: Por contacto con agua o utensilios lavados con agua contaminada.
La hepatitis A afecta el hígado y puede causar inflamación y daño hepático temporal. Aunque suele ser autolimitada, la enfermedad puede ser grave en personas con enfermedades hepáticas preexistentes. La vacunación es una herramienta importante, pero mantener el agua limpia y evitar la contaminación fecal en la red domiciliaria son cruciales para su prevención.
6. Gastroenteritis viral (Norovirus y Rotavirus)
Causada por: Virus intestinales
Síntomas: Diarrea, vómito, fiebre, dolor estomacal.
Transmisión: Por beber agua sucia o lavar alimentos con agua contaminada.
Estos virus son altamente contagiosos y frecuentes en niños pequeños. Pueden propagarse rápidamente en comunidades y guarderías. La correcta higiene en la manipulación de agua y alimentos, así como la limpieza frecuente de depósitos de agua, son estrategias fundamentales para controlar su diseminación.
Enfermedades parasitarias
7. Giardiasis
Causada por: Giardia lamblia
Síntomas: Diarrea con mal olor, gases, dolor abdominal, fatiga.
Transmisión: Por agua contaminada con quistes del parásito.
La giardiasis es una infección intestinal crónica que puede afectar la absorción de nutrientes, causando desnutrición y retraso en niños. Los quistes de Giardia son resistentes al cloro y requieren métodos específicos de filtración o ebullición para eliminarse. Por ello, una cisterna limpia y protegida es vital para evitar el contagio.
8. Amebiasis
Causada por: Entamoeba histolytica
Síntomas: Diarrea con sangre, dolor abdominal, fiebre.
Transmisión: Por consumo de agua no tratada.
La amebiasis puede evolucionar desde una infección intestinal leve hasta formar abscesos en órganos como el hígado. Su diagnóstico y tratamiento requieren atención médica especializada. Prevenir esta infección implica mantener los depósitos de agua libres de contaminación fecal y promover buenas prácticas de higiene.
9. Criptosporidiosis
Causada por: Cryptosporidium spp.
Síntomas: Diarrea persistente, fiebre, náuseas.
Transmisión: Por agua contaminada con materia fecal.
Cryptosporidium es un protozoo muy resistente que puede sobrevivir en ambientes acuáticos y es resistente al cloro. Es especialmente peligroso para personas con el sistema inmune comprometido, como pacientes con VIH. La prevención incluye el uso de filtros adecuados y la limpieza frecuente de las fuentes de agua almacenada.
Otras infecciones
10. Leptospirosis
Causada por: Bacterias del género Leptospira
Síntomas: Fiebre, dolores musculares, vómito, ictericia.
Transmisión: Por contacto con agua contaminada por orina de animales (ratas, perros).
11. Legionelosis (enfermedad del legionario)
Causada por: Legionella pneumophila
Síntomas: Fiebre alta, tos, dificultad respiratoria, tipo neumonía.
Transmisión: Por inhalación de vapor o gotas de agua contaminada.
Cómo evitar estas enfermedades en casa
La buena noticia es que prevenir las enfermedades transmitidas por el agua sucia es totalmente posible si se toman algunas medidas clave en el manejo y mantenimiento del agua almacenada en el hogar. Aquí te dejamos las más importantes:
1. Limpia tu cisterna o tinaco al menos cada 6 meses
Elimina sedimentos, lodo y sarro que puedan alojar microorganismos. Usa cepillos, agua a presión y productos de limpieza biodegradables o de grado alimenticio. Asegúrate de enjuagar bien para evitar residuos.
2. Usa tapas herméticas
Evita que entre suciedad, insectos, roedores o basura al interior de la cisterna o tinaco. Verifica que la tapa esté en buen estado y bien colocada.
3. Purifica el agua si tienes dudas de su calidad
Si sospechas que el agua puede estar contaminada, hiérvela durante al menos 5 minutos antes de consumirla. También puedes instalar filtros o purificadores certificados.
4. Revisa tus tuberías
Fugas, grietas o tuberías oxidadas pueden ser punto de ingreso de contaminantes. Asegúrate de que la red hidráulica esté en buenas condiciones.
5. Contrata servicios profesionales de limpieza
Una empresa especializada en limpieza de cisternas garantiza que se usen los productos adecuados y se sigan protocolos sanitarios seguros.

6. No almacenes agua por periodos excesivamente largos
Aunque no se use toda el agua, lo ideal es renovarla periódicamente para evitar estancamiento.
El agua es sinónimo de vida, pero también puede ser un vehículo de enfermedades peligrosas si no se maneja con cuidado. Enfermedades como el cólera, hepatitis A, giardiasis o infecciones por E. coli se pueden prevenir con acciones simples como limpiar periódicamente tu cisterna o tinaco, mantenerlos cerrados, y garantizar la potabilidad del agua que consumes.